1- Que se cree un plan nacional de transición a la educación inclusiva para “garantizar que los niños con discapacidad tengan acceso equitativo a los establecimientos educacionales, tanto públicos como privados. Esto requiere de ajustes y apoyos para que los estudiantes con discapacidad puedan desenvolverse en esos colegios de acuerdo a sus propias realidades. Hoy existen cupos limitados en algunos establecimientos, la mayoría de los cuales además no demuestra ningún interés real en que estos alumnos permanezcan en sus aulas”, según explican las agrupaciones.

2- Que se reconozca que el derecho a la educación comienza con diagnósticos y apoyos tempranos: “Muchos niños con una discapacidad o una enfermedad no cuentan con especialistas que ayuden a su desarrollo o recuperación desde una edad temprana. Incluso muchos reciben un diagnóstico tardío. Esto genera enormes diferencias en sus posibilidades de desarrollo futuros”, argumentan.

3- Que los niños que no pueden asistir al sistema regular de educación, tengan acceso a educación en sus domicilios. “Hoy hay cientos de niños que por razones de salud o discapacidad no pueden salir de sus casas, ya sea por un tiempo o de manera permanente, lo que los excluye del sistema educacional chileno. Esta situación genera retrasos en su desarrollo social y educativo, deserción escolar y dificultades en la reinserción posterior. Existe un financiamiento insuficiente y faltan instituciones educacionales que puedan prestar este tipo de atención educativa”.

4- Que los niños con dificultades auditivas tengan acceso a la educación en su lengua y cultura en cualquier colegio de Chile. Expresan: “Hoy no todos tienen la posibilidad de aprender el lenguaje de señas o, si lo conocen, no es útil en la mayoría de los colegios, porque los profesores no lo manejan. Esto dificultad su capacidad de comunicación y retrasa su desarrollo educativo y social”.